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domingo, 4 de marzo de 2018

Los aranceles al acero y aluminio de EEUU perjudicarán a América Latina

El anuncio presidente Trump de imponer aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio, no solo ha provocado una ola de repudio en el mundo entero, sino que, según expertos, podría dañar con fuerza a los países latinoamericanos que figuran entre sus principales proveedores.

Las dos mayores economías de la región, Brasil y México, figuran entre los cinco principales cinco proveedores de acero a EEUU, según datos del propio Departamento de Comercio estadounidense.

A la espera de los detalles oficiales de la implementación de los nuevos aranceles que serán conocidos recién la semana próxima, se ha desatado todo tipo de gestiones para que la Administración Trump dé marcha atrás con esa medida. China, la UE e incluso sectores del propio Partido Republicano y la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Automóviles, presionan para evitar una “guerra comercial” de consecuencias imprevisibles para la recuperación económica global que se insinuó en 2017.

Entre esas gestiones, han sido visibles los movimientos de ministros y representantes de Brasil y México esta semana en Washington, para intentar limitar el impacto de las medidas que prepara la Casa Blanca, que podrían perjudicar a ambos países como proveedores importantes del acero que consume EEUU.

Según expertos, los aranceles anunciados por Trump durante su encuentro con ejecutivos de la industria siderúrgica, podrían dañar especialmente a Brasil que aporta el 16% del acero importado por EEUU.

Brasil, segundo mayor exportador de acero a EE.UU. después de Canadá, reaccionó rápidamente al anuncio sobre aranceles a ese metal y al aluminio:“El gobierno de Brasil recibe con enorme preocupación la información”.

En un comunicado del ministerio brasileño de Industria y Comercio Exterior, Brasil advirtió que “espera "trabajar constructivamente" con EE.UU. para evitar la aplicación de los gravámenes, pero no descarta eventuales acciones complementarias, en el ámbito multilateral y bilateral, para preservar sus intereses”.

Barral sostiene que el anuncio supone “un fuerte impacto para el país”, en un momento en que parece salir de una de las peores recesiones de su historia.El año pasado, Brasil exportó u$s 2.600 millones en acero a EE.UU. por un total de 4,7 millones de toneladas.

El presidente del Instituto Acero Brasil, Marco Polo de Mello Lopes, que representa al sector en su país, señaló a BBC Brasil, que la medida anticipada por Trump, de implementarse finalmente, tornaría inviables las ventas a EEUU: “Debido al exceso de capacidad instalada en el mundo, el mercado hoy ya es extremamente competitivo. El recargo quita cualquier grado de competitividad de la industria brasileña”.

Para México las consecuencias serían menores a las de Brasil. Según Luis de la Calle, ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacional de México, que participó de la negociación original del TLCAN: “Nosotros vamos a acabar exportando (a EEUU) más automóviles, refrigeradores, estufas, lavadoras y otros productos que contienen acero, porque las empresas en EEUU. que los fabrican van a ser menos competitivas con el acero más caro…Vamos a acabar exportando más acero por medio de productos terminados, en cambio Brasil es solamente un exportador de acero sin valor añadido y por lo tanto va a soportar un impacto mayor”.

De todos modos, el impacto no será inocuo. La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) indicó en un comunicado que espera que México sea excluido de las medidas arancelarias de EEUU, porque de lo contrario el país debería responder con acciones recíprocas, es decir “represalias”.

Las consecuencias para México están más centradas en las tensiones que puede agregar a las ya difíciles negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que asocia a EEUU con México y Canadá, que intentan evitar la caída del acuerdo, con la que amenazó Trump el año pasado.
“Si no los excluyen (de los aranceles a metales anunciados por Trump), México y Canadá tomarán represalias contra EEUU y eso enturbiará la negociación del tratado”, anticipó De la Calle.

En consonancia con declaraciones de altos funcionarios de la UE y de China, Welber Barral, ex Secretario brasileño de Comercio Exterior, reconoció a BBC Mundo que “lamentablemente la tentación proteccionista termina provocando represalias”. Lo que significa la escalada hacia una “guerra comercial” que puede expandirse a todo el comercio internacional.

En América Latina, el impacto puede tener además consecuencias políticas, México, Brasil, Colombia y otros países tendrán elecciones presidenciales en los próximos meses, por lo que el fantasma de una “guerra comercial global” puede operar a favor de los sectores populistas que rechazan la apertura de mercados.

El objetivo enunciado por el gobierno de Trump es enfrentar el ingreso de acero y aluminio baratos que llegan a EE.UU. principalmente de China, lo que es notoriamente falso ya que este país solo representa el 2% del acero que compra EEUU y no figura por tanto, entre sus principales proveedores.

En una frase que atrasa más de medio siglo en su concepción pre-globalización, Trump tuiteó este viernes: “Nuestra industria de acero está en mal estado. ¡Si no tienes acero, no tienes país!”.

Esa concepción obsoleta ha puesto en entredicho la recuperación económica global. Los países más importantes del mundo y bloques como la UE han advertido que tomarán medidas de represalia contra la economía estadounidense, si se aplican los aranceles anunciados por Trump. El mundo teme una guerra comercial y las pérdidas en bolsas de valores de los últimos días no son buenas señales.

http://marcotradenews.com/noticias/los-aranceles-al-acero-y-aluminio-de-eeuu-perjudicaran-a-america-latina-60235